Chávez en CiudadCCS: 1.El unificador de los pueblos del Sur
Ha pasado una semana desde que el presidente Chávez falleció. Pasó a otro plano, dicen unos; fue inscrito en la historia, dicen otros; descansó, dicen más allá. Lo cierto es que ha sido muy duro superar el impacto tremendo y agradezco haber estado ocupado con mi trabajo en estos momentos tan tristes.
Eduardo Parra Istúriz
Foto: Archivo AP
Precisamente en el contexto de mi trabajo, en el diario CiudadCCS, he realizado algunos textos que de algún modo son recuento de la labor de Chávez en estos 14 años. Los iré colocando en estos días, de uno en uno.
El unificador de los pueblos del Sur
El liderazgo del presidente Hugo Chávez es tan indiscutible como su condición mestiza. Al verlo era evidente que en su ADN estaban los ingredientes de la identidad nuestroamericana. Negro, indio y blanco a la vez, Chávez se parece a su pueblo, y le habló siempre en su idioma. La primera vez que Venezuela escuchó su voz, fue para dar la cara, con honestidad, sentido de responsabilidad y para brindar esperanza con un ¡por ahora!
Seis años después, el entendimiento entre el líder emergente y su pueblo lo llevó a la Presidencia, con lo que se instaló por primera vez en Miraflores un hombre de extracción popular. El Arañero barinés contrastaba claramente con los anteriores, todos de tez clara, y varios, con apellidos raros, de origen burgués. Ese contraste era la clave: “¡Chávez se parece a mí!, ¡Chávez eres tú, Chávez soy yo!, ¡Chávez somos todos!”
Esa identificación popular se extendió al resto de Latinoamérica porque la esperanza de los oprimidos crecía cada vez que el líder venezolano visitaba un país vecino, en donde la gente se aglomeraba para escuchar al revolucionario mestizo.
Pero la sintonía desaparecía en los foros internacionales. Allí se desnudaba el contraste entre los pueblos y los políticos encargados de representarlos. Era urgente tener a uno de los nuestros allí; y con Chávez finalmente llegó la oportunidad: ¡un pataenelsuelo se infiltró en la diplomacia!
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas, (ONU) eran escenarios en donde Chávez no contaba con el apoyo de millones, sino que se encontraba en rotunda soledad. Aparte de la siempre combatiente Cuba, a la postre excluida de la OEA, los pocos que sintonizaban con su discurso preferían callar frente al foro, y buscar al rebelde en los pasillos para manifestarle su apoyo, eso sí, siempre en privado.
Ya en agosto del año 2000 se encendieron alertas en el tablero internacional, cuando visitó a su homólogo iraquí, Saddam Hussein, asesinado por el Imperio en 2006; convirtiéndose en el primer jefe de Estado en visitar esa nación tras la invasión a Kuwait. Al mes se repitió el impacto, cuando el Gobierno venezolano llamó a una Cumbre Presidencial de la OPEP. La segunda en la historia del cartel petrolero y la primera en 25 años.
Esa reunión fue trascendental porque demostró que la ejecución coordinada de políticas gubernamentales podía ayudar a regular los mercados y controlar el precio de mercancías necesarias para el beneficio de las mayorías. Apenas a una década había transcurrido desde la caída del bloque comunista, cuando, según Fukuyama, acaecía el Fin de la historia.
La integración Sur-Sur
Entre tanto, en Norteamérica, México y Canadá habían firmado con EEUU el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (Tlcan) y los planes imperiales consistían en agrupar a todas las naciones en una gigantesca zona de exclusión arancelaria denominada Área de Libre Comercio de las Américas. Se trataba de la eliminación de las trabas aduanales para los productos estadounidenses en todo el continente.
Pero los pueblos reaccionaban y en procesos electorales sucesivos fueron electos presidentes progresistas. En 2003 Argentina eligió a Néstor Kirchner, y Brasil a Lula da Silva. La ola continúa en Uruguay con Tabaré Vásquez y en 2006, en Bolivia, el líder sindical Evo Morales arriba a la Presidencia, mientras en Ecuador, Rafael Correa repite la hazaña.
Se ha abierto un nuevo tiempo en Suramérica y todo está listo para que las naciones se agrupen en torno a sus ideales comunes.
Aquella voz ya no estaba sola en los foros internacionales. Desde 2004, los gobiernos de Cuba y Venezuela firman un acuerdo de cooperación llamado Alternativa Bolivariana de las Américas, al que luego se incorporarían otras naciones como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras y varias islas del Caribe.
Del silencio al aplauso
Al año siguiente, ante el alza de los precios del crudo, se firma el acuerdo de Petrocaribe, en el que se asegura el suministro de petróleo a precios accesibles para varios países del continente.
Como corolario de este reacomodo de fuerzas, en la IV Cumbre del ALCA en Mar del Plata, Argentina, en noviembre de 2005, el proyecto es parcialmente rechazado en la declaración final, con lo que perdió potencia al punto de que hoy se considera muerto.
Pero faltaba romper el bloqueo informativo que Suramérica sufre en el mundo, y aparece Telesur, una televisora de alcance continental con sede en Caracas.
Un episodio muy notable ocurrió en septiembre de 2006. Durante su alocución ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Chávez se refiere a su par estadounidense George W. Bush llamándolo diablo: “Ayer desde esta misma tribuna, el señor presidente de EEUU, a quien yo llamo el diablo, vino aquí hablando como dueño del mundo (…) El diablo está en casa. Ayer el diablo vino aquí. En este lugar huele a azufre…” Esta acusación arrancó aplausos a los presentes, indignados por las atrocidades de EEUU contra los pueblos de Irak y Afganistán, en su guerra contra el terrorismo.
Ahora convencidos de la necesidad de tener un foro en el que Washington no intervenga, se crean en 2008 la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y en 2010 la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Chávez, además, encuentra debilidad en los lazos con África e impulsa el reencuentro entre los dos continentes, que tantas raíces comunes albergan.
En apenas 13 años, desde aquella cumbre de la OPEP hasta hoy, Chávez logró modificar el mapa político del hemisferio sur, generando un fluido intercambio entre los pueblos árabes, africanos y latinoamericanos, pero también con importantes alianzas con Irán, China y Rusia, potencias militares y energéticas. Con ese apoyo, Latinoamérica se ha unido y declarado como un área libre de guerras, un continente de paz.
10 instantes que cambiaron el destino del Sur
- 1994: Chávez conoce a Fidel. Un recién excarcelado Chávez visita Cuba, donde conoce al líder máximo de la Revolución Cubana.
- 2000: Visita a Saddam Hussein. Chávez fue el primer y único jefe de Estado que visitó a Hussein en Irak tras la invasión a Kuwait.
- 2000: Cumbre de la OPEP. Por primera vez en 25 años se reúnen los jefes de Estado de los países miembros del organismo.
- 2004: Visita a Libia. Con visión integradora en torno al petróleo, Chávez visita a Muammar Gaddafi en Libia.
- 2004: Creación de la Alba: Cuba y Venezuela forman la Alternativa Bolivariana para América Latina, destinada a sustituir el ALCA.
- 2005: Creación de Petrocaribe. La creación de este organismo permite la entrega de crudo a precios preferenciales a varios países pobres del Caribe.
- 2006: ¡Huele a azufre! La ONU se estremece ante el calificativo de diablo que otorga Chávez a George W. Bush, pero aplaude a rabiar.
- 2006: Creación de Telesur. El cerco mediático al que son sometidos los pueblos latinoamericanos mueve a instalar una señal que muestre contenidos alternativos al discurso dominante.
- 2008: Creación de Unasur. Los pueblos de Suramérica se reúnen en torno a un mismo organismo, con lo que se rompe la división Comunidad Andina de Naciones-Mercosur. Tuvo su momento estelar cuando Colombia agredió un campamento de las FARC en Ecuador.
- 2010: Creación de la Celac. La crisis de la OEA, debido a su ineficiencia y cuestionada credibilidad, condujo a la creación de un organismo de integración que excluye a EEUU y Canadá.