Conjurando septiembres
Conjurando septiembres
En once días septiembre
nos mostró su rostro cruento
plomo a ráfagas de viento
albergándose en su vientre
Cayó el compañero Allende
Una vez hace ya tanto
y se nos quedó el espanto
acrisolado en septiembre
Llegó de nuevo ese mes
y quiso en su postrer día
destrozar la melodía
y matarnos otra vez
La guadaña de la muerte
quiso callar nuestro canto
Y Quito conjuró llantos
eterno, enorme y valiente
No se podía permitir
que en el ombligo del Alba
se nos clavase una daga
¡no lo dejamos morir!
¡no lo dejamos morir!
Supiste cambiar el signo
el maleficio acallaste
los eclipses alumbraste
con la luz de un pueblo digno
Y Quito plantó su rostro
corazón, sangre y bandera
para salir de primera
como cualquier diez de agosto
Porque un pueblo que florea
para hacer su primavera
corrió a entregársela entera
al presidente Correa
Eduardo Parra Istúriz
1ro. de octubre de 2010