Poesía,  Sociedad

Conjurando septiembres

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Conjurando septiembres

En once días septiembre
nos mostró su rostro cruento
plomo a ráfagas de viento
albergándose en su vientre

Cayó el compañero Allende
Una vez hace ya tanto
y se nos quedó el espanto
acrisolado en septiembre

Llegó de nuevo ese mes
y quiso en su postrer día
destrozar la melodía
y matarnos otra vez

La guadaña de la muerte
quiso callar nuestro canto
Y Quito conjuró llantos
eterno, enorme y valiente

No se podía permitir
que en el ombligo del Alba
se nos clavase una daga
¡no lo dejamos morir!
¡no lo dejamos morir!

Supiste cambiar el signo
el maleficio acallaste
los eclipses alumbraste
con la luz de un pueblo digno

Y Quito plantó su rostro
corazón, sangre y bandera
para salir de primera
como cualquier diez de agosto

Porque un pueblo que florea
para hacer su primavera
corrió a entregársela entera
al presidente Correa

Eduardo Parra Istúriz
1ro. de octubre de 2010

Todavía no tengo clara la música pero se la pondré. Esto va dedicado al Ecuador, al hermoso pueblo quiteño, a la mitad el mundo; pero muy especialmente a mi querida Vanessa Vergara que acaba de encarar la batalla de los pueblos con increíble valentía; y al Feli, que acaba de aprender muy rápido lo que significa la dura lucha por la libertad. Lecciones como la de hoy son las que comprometen a un hombre para toda la vida. ¡El Ecuador, man, el Ecuador!

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