Las armonías perdidas de mi abuela
Vi una caja de música en una película y me quedé pensando: “hace tiempo que no veo una de esas”… Mi abuela materna, la abuela Rosa, era una de esas señoras ultra cuidadosas y que conservaba todo en perfecto estado,…
Se fue Rojitas
Ha fallecido el más viejo de los sampedreños. Manuel Ángel Rojas. Manuel Rojas “Rojita”, en el lente de Daniel Hernández Cuando tenías 14 años te subías al techo de tu casa a broncearte porque eras blanco (ja, tú pensabas que…
Israel qué bonito es Israel…
Caricatura de Alberto Monnt Un dechado de ternuras…
Saqueos, terremotos y mentiras
Esto me lo envió un amigo chileno. Es bueno reflexionar acerca de cómo viven en Chile; como vivimos en Venezuela, cómo nos trata el capitalismo, el marketing; el ansia de tener cada día lo que nos prometen en “cómodas” cuotas.…
25 años sin Alí Primera
Carajito de Falcón A la memoria del Cantor del Pueblo, Alí Primera Imagínate, muchacho por un minuto o por dos que no existieran imperios ¿no sería el mundo mejor? Hace ya un cuarto de siglo que alguien se lo imaginó…
El qué y el cómo: mecanismo de autodestrucción bolivariana
Anteayer, ese inteligentísimo diplomático que es Roy Chaderton manifestaba en un escrito su temor de que pudieran perderse las elecciones parlamentarias de septiembre, esgrimiendo tales argumentos que uno no tiene objeción alguna. Antes, con mayor vehemencia, planteaba Heinz Dieterich cómo…
Y cosas del Opus Dei
Tomado de el diario La Jornada (México) Aborto y pedofilia Arnoldo Kraus ¿Tienen “algo” en común el aborto y la pedofilia? No y sí. No en la realidad. Sí en el lenguaje de los ministros del Papa. El no retrata…
Cosas que la Iglesia no cuenta
Me la he copiado directamente del blog del dibujante Alberto Montt Está genial. Duro, simple y directo.
La necesaria revolución cultural
Cada vez me va quedando más claro que el proceso revolucionario adolece la ausencia de un factor fundamental; clave vital de cualquier pueblo: conciencia de su identidad cultural. Eduardo Parra Istúriz Los síntomas son, en el terreno real, la presencia…
Sin comentarios
Triste pero cierto…