El qué y el cómo: mecanismo de autodestrucción bolivariana
Anteayer, ese inteligentísimo diplomático que es Roy Chaderton manifestaba en un escrito su temor de que pudieran perderse las elecciones parlamentarias de septiembre, esgrimiendo tales argumentos que uno no tiene objeción alguna.
Los primeros acontecimientos de 2010 confirman la hipótesis, y para eso basta analizar estos casos, aclarando que el problema no es el qué, sino el cómo:
Ley para la Protección de la Fauna Doméstica libre y en cautiverio:
El qué: Esta es una ley que intenta regular la tenencia de mascotas. Uno de los puntos más álgidos de su texto es la prohibición de mantener perros de raza pitbull, por su fama de violentos y alta peligrosidad para los seres humanos. Desde el 4 de enero de 2010, debido a la publicación de esta Ley en Gaceta Oficial, quienes tengan a estos animales deben mantenerlos dentro de casa, y a partir de 2014, no será permitida la tenencia de esta mascota. ¿Será que creen que duran 4 años y se mueren?
El núcleo de la cuestión es que esos perros, así como los rottwailer y un par de razas más, son muy fuertes e impresionantes en la lucha, razón por la que algunos canallas los usan para espectáculos sangrientos, haciéndolos pelear hasta que están malheridos o a veces muertos. Una versión cuadrúpeda y a dentelladas de la tradicionales y crueles peleas de gallos.
El cómo: La promulgación de una ley que prohibe a estos animales es equivalente a la historia del cornudo que bota el sofá, por ser éste el lugar en el que su consorte se dedicaba a adornarle la cabeza. El problema de los pitbull, rottwailer o cualquier raza canina de pelea, no reside en los animales -seres inocentes- sino en quienes los usan para tales fines. Esto refleja una increíble incapacidad de parte del Estado para discernir entre la prevención del delito y la eliminación del objeto. Es como si se prohibieran las carteras para evitar que proliferen los carteristas.
Pero además, hilando fino, habría que preguntarse por qué el gobierno no prohibe las corridas de toros, último remanente del coliseo romano, espectáculo sangriento y desigual en el que miles de hombres y mujeres gritan, vociferan, rodean en un circo a un animal solitario, que debe enfrentar a un conjunto de personas y armamentos diseñados para debilitarlo lentamente, desangrarlo, picarlo, banderillarlo, y finalmente atravesarle el corazón. Lo que pasa es que como este negocio es legal, produce beneficios para unos pocos capitalistas dueños de ese ganado. Y para quienes ayudan a que en ninguna ley se mencione la masacre taurina.
En estos casos al toro lo “indultan”, como si hubiese sido culpable de algo y se le perdonase.
El precio del dólar
El qué: Para nadie es secreto que el dólar se mantuvo congelado durante más de 5 años en Bs.F. 2,15; hasta este viernes, cuando el gobierno nacional estableció un sistema de cambio dual en el que algunos productos importados, los más necesarios sin duda, se comprarán con dólares a 2,60; mientras que los productos superfluos se comprarán con dólares a 4,30.
Al mismo tiempo, el control de divisas limita cada vez más el acceso a dólares o euros, en cumplimiento de medidas que debían proteger nuestra economía de experiencias traumáticas como la vivida durante el sabotaje y paro de 2002, cuando la banca decidió sacar las divisas del país, generando una tremenda inflación, completamente artificial.
Ciertamente, la combinación de esos dos factores hizo que la brecha entre el dólar oficial y el dólar negro fuese enorme: por lo general el segundo triplicaba en precio al cambio oficial, y una medida como esta contribuye en mediano y largo plazo a la recuperación de las exportaciones.
El cómo: Pero hay un detalle importantísimo. Hace más de un año estalló en EE.UU. una crisis económica de enormes dimensiones que afectó a todas las economías, menos a la nuestra, que había logrado sobrevivir a la remezón sin mayores consecuencias, debido a las previsiones del gobierno. Así nos lo hizo saber el presidente Chávez en muchas ocasiones: “la crisis no nos ha tocado ni un pelo”.
Y efectivamente, parecía no habernos tocado un pelo. Hasta el viernes 8 de enero. De sopetón, el dólar sufría un aumento del 100% para determinados (pero numerosos) rubros, garantizándonos una inflación de dos cifras para este año. ¿Por qué se tomó una medida necesaria para la economía con tanto atraso? Si se hubiese hecho en el marco de la crisis económica mundial, ni los chavistas ni los opositores hubiesen tenido argumentos para negar una devaluación de tal calibre. Hoy, en el marco de la recuperación de los precios del petróleo, es un acto de violencia directa contra el bolsillo del venezolano común.
El pomo del frasco lo pone una idea manifiesta durante el programa La Hojilla: a Mario Silva (conductor del programa) y Eduardo Samán (Ministro del P.P. para el Comercio), se les ocurre formar un batallón de 100 mil mujeres que funjan como fiscales del Seniat ad honorem, para vigilar que no haya especulación.
La ministra María León (Asuntos de la Mujer e Igualdad de Género) fue rápida: en menos de 10 minutos estaba al teléfono, llamando al programa, y diciendo que ella contaba no con 100, sino con 200 mil mujeres para esa tarea… mmmhhh… ¿ad honorem? habrá que verlo.
Racionamiento eléctrico:
El qué: Cerca del 90% de la electricidad que se consume en Venezuela se produce en plantas hidroeléctricas. En un país que nunca ha sabido ahorrar y que atraviesa una de las peores sequías en mucho tiempo, la producción de electricidad está seriamente comprometida y el racionamiento es necesario. Hasta ahí todo es comprensible e inevitable. O ahorramos electricidad, o el país colapsaría por falta de electricidad.
El presidente Chávez anunció la medida con mucha antelación, en septiembre de 2009, e incluso en aquel momento reconoció que parte de las fallas se debían a la deficiente planificación del sector eléctrico, actitud que aplaudimos y consideramos la más responsable que dirigente alguno pueda tomar. Hay que recordar que el discurso histórico en el que el soldado Hugo Chávez se ganó al pueblo fue el del 4 de febrero de 1992, cuando reconoció sus responsabilidades, sin olvidar su “por ahora”. Esa es una actitud con la que el soldado llegó a presidente.
El cómo: La ejecución de la medida no llegó, hasta hoy, martes 12 de enero. Se anuncia a las 3:00 de la tarde que el plan de racionamiento comenzará el miércoles 13 a las 12 de la noche. En ese momento dijomos “¡Coño, en 9 horas!”. Ahorita, mientras escribo esto, me quedan 20 minutos para terminar de escribir y publicar.
Yo tengo en casa pocas cosas que me preocupen por la falta de luz: una nevera y mi PC, que con un poquito de suerte apagaré antes del corte. Pero… ¿y el pescadero de la esquina? ¿y el frigorífico de dos cuadras más allá? Si el racionamiento durará hasta mayo, ¿por qué no darle a la gente una semana para enterarse de cuándo es su turno? en vez de comenzar este miércoles, se podía arrancar el 20, y así no hubiese una avalancha de gente intentando entrar en la página web de la Electricidad de Caracas, Cadafe, Corpoelec, etc… obviamente esas páginas colapsaron y están fuera de línea. El teléfono de consulta, obviamente está ocupado. Pero coño, ¿nadie pensó que cerca de 7 millones de personas iban a consultar su horario al mismo tiempo? ¿nadie previó esto?
Como a las 5 de la tarde conseguimos un manual de Corpoelec que establece los horarios de corte en cada zona. Para eso se dividió al país en 6 grupos, que se quedarán sin luz durante 4 horas de cada 48. Bien, nos parece razonable y se logra un importante ahorro. Pero la zonificación es tan complicada que el manual tiene 41 páginas.
Buscamos el edificio del ministerio en que trabajamos. No sabemos en qué bloque quedó, así que puede ser -puede ser- que mañana a las 12 del mediodía se vaya la luz y no podamos seguir trabajando.
Busqué la parroquia y urbanización en que vivo. Aparece en 4 bloques y no sé a cual de ellos está asignado este edificio en particular. De modo que si no se va la luz en 15 minutos, ¿será para mañana? ¿a qué hora? Pues nada; no sabemos.
Si se hubiese planificado iniciar el racionamiento una semana más tarde, el panorama cambia radicalmente: durante esta semana de gracia, se podía colocar una buena campaña informativa en los medios para que cada quien tuviese dónde averiguar su turno. Así las consultas en la web, y al teléfono, se reducirían drásticamente. Pero no. La improvisación manda y parece que el gobierno estuviese tomado por un impulso medalaganístico que ni siquiera sus propios voceros controlan.
Y no hemos hablado de los cortes de agua, que también molestan.
O sea:
En resumidas cuentas, que el gobierno pretende ganar las elecciones de septiembre, pero al mismo tiempo toma decisiones a destiempo, improvisando, sin pensarlo demasiado; y eso se paga en votos.
El último apuro en tiempo electoral fue la campaña de la enmienda constitucional. Es la única elección que hemos perdido en 11 años. Pero como ya comenté en otro escrito, en este mismo blog, la lección no se aprendió.
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P.D.: No estamos en el Bloque A, porque aún hay electricidad en casa y hasta donde me llega la vista desde la ventana, hay luz.
Un Comentario
Anónimo
La pregunta es por qué y cómo sabiendo lo que sabes sigues siendo chavista. Es por lo menos irresponsable.